Dentro de la psicología social existen
numerosos aspectos que se pueden trabajar, y estos son los que conforman las
funciones de esta rama de la ciencia de la conducta, tanto a nivel estructural
como funcional, el grupo es un elemento complejo en el que participan diferentes
variables y procesos, los seres humanos no nacen con una serie de respuestas de
comportamiento a su disposición, depende de diversos factores como la
experiencia personal, la consolidación (recompensa) asociada con un hecho y
muchas variables que determinan la
percepción y pensamiento del individuo con respecto a lo apropiado y los
potenciales efectos de dicho comportamiento.
No todos los grupos son iguales de
hecho, podemos encontrar un gran número de tipologías de ellos según las
características de las personas miembro o porqué o con qué objetivo se forman una
de las clasificaciones más importantes a destacar es la existencia de grupos
primarios, en que los sujetos interactúan cara a cara generándose un fuerte
lazo emocional, intimidad, identificación lo que hace que interactúen más
tiempo de forma unida con una cohesión mayor, la manera en que se organiza el
grupo es un elemento fundamental a la hora de entender cómo y por qué funciona
es por ello que desde la psicología de los grupos se investigan diversas
variables, desde el tamaño del grupo a la presencia de liderazgo e influencia.
Formar parte de un grupo tiene una serie
de consecuencias claras para el individuo. Pasando por la adquisición de
conocimientos y la modificación de actitudes y creencias a incrementar o
reducir mediante facilitación o inhibición social el rendimiento de su
actividad, este elemento ha de tenerse muy en cuenta tanto desde la psicología
más individual como desde la psicología de los grupos.
Newcomb (1950) expreso la realidad del
grupo en términos sociales, objetivos y psicológicos:
“Un grupo es real en tres sentidos de
importancia para los psicólogos sociales. Es socia/mente real, en el sentido de
que está incluido en las normas compartidas que Ie permiten a la gente la comunicación
recíproca. Es objetivamente real, en el sentido de que se Ie puede ver y de que
diferentes observadores pueden estar de acuerdo con respecto a 10 que se ve. Y,
por fin, es psicológicamente real, en cl sentido de que los individuos 10
perciben y están motivados en relación con él y de que su conducta esta así
determinada por él”.

Referencias bibliográficas
Rivas, M. & López, M. (2012).
Psicología social y de las organizaciones. Manual CEDE de Preparación PIR, 11.
CEDE. Madrid.
Allport, F. H. (1937). “Towards a
Science of Public Opinion”. Public Opinion Quaterly, 1, 7–23.
Allport, G. w. (1935). “Attitudes”. In
C. Murchinson (ed.), Handbook of Social Psychology (pp. 798–844). Worcester,
MA: Clark University Press. 1954.Morales, J.F. y Huici, C. (2000). Psicología
Social. Ed. McGraw-Hill. Madrid.
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